El 24 de junio de 1967, la dictadura de René Barrientos arrasaba militarmente al movimiento minero boliviano para escarmentarlo por su osadía revolucionaria. Por tierra y aire los atacaron en sus propios campamentos durante la llamada Operación Pingüino.
Con el golpe de Estado que Barrientos, jefe de la fuerza aérea y vicepresidente de Víctor Paz Estenssor, perpetró contra su propio gobierno el 4 de noviembre de 1963, comenzó en Bolivia una era de ataque despiadado del poder, representado por las Fuerzas Armadas, contra el movimiento de resistencia social que lideraba la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FTSMB), nucleada en la Central Obrero Boliviana (COB).
Esa confrontación de fuerzas tuvo una primera respuesta oficial en mayo de 1965 a través de una serie de decretos-leyes represivos contra los sindicatos. El día 17 Barrientos firma el D L. 07171 que “declara fenecidas las funciones de los dirigentes sindicales”. Al día siguiente, el D L 07172 obliga a que “las asambleas (obreras) para conformar directivas ad-hoc deben contar con la presencia de un personero del Ministerio de Trabajo”. El 23 el D L 07181 proclama como “zonas militares los campamentos mineros de la Corporación Minera Boliviana (COMIBOL), bajo jurisdicción del Código Penal Militar”, reclamando competencia sobre «quienes hicieran abandono masivo de trabajo (huelga)”. El 24, el D L 07188 impone una nueva escala salarial que en la práctica constituyó una reducción: la rebaja promedio fue del 26,4 por ciento.
Los decretos entreguistas tuvieron como respuesta obrera ese mismo mes de mayo la realización de un congreso unitario de los mineros en la localidad potosina de Siete Suyos. (Las minas en Bolivia ocupan toda la línea sur, desde La Paz hasta el departamento de Potosí, fronterizo con el norte argentino.)
Durante este período, la Justicia también se ensañó con los mineros. Los dirigentes sindicales afrontaron juicios por hacer asambleas, huelgas y reclamos salariales. Sumado a esto, el 23 de marzo de 1967 se inició la acción guerrillera en el oriente del país, en la amazónica región de Ñancahuazú, que comenzó a ocupar las primeras planas de la prensa. El dictador Barrientos pidió la reposición de la pena de muerte.
La revista FEDMINEROS de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB), en su número 17 del 25 de mayo 1967 publicó una nota con el título «Frente Guerrillero»: «El hambre, la miseria, la explotación, la desocupación, la violencia y el matonaje, como la persecución que ha impuesto el Gobierno gorila de Barrientos, es la consecuencia de la aparición de la guerrilla. Los generales dicen que se trata de bandoleros enemigos de los pobres, pero esto nadie cree. Podemos afirmar que la mayoría de los trabajadores ven con simpatía la acción guerrillera. Esto es la verdad. No puede ser de otra manera, cuando se vive en la injusticia, sin trabajo y mal alimentado. Sabemos que yanquis operan de antiguerrilleros y eso indigna a los obreros».
El 6 de junio se realizó una Asamblea General de los trabajadores mineros de Huanuni, con la presencia de dirigentes de Siglo XX y Catavi. La resolución principal fue la convocatoria a una Marcha de la Unidad Obrera y de repudio al gobierno a la que fueron convocados todos los distritos mineros y sectores laborales. Sus consignas: «Defender la nacionalización de las minas ante la amenaza de entregar(las) a consorcios imperialistas» y «apoyar moral y materialmente a las guerrillas patrióticas que operan en el sudeste del país».
Diario Presencia del 26 de junio de 1967.
Al día siguiente el gobierno dictó el Estado de Sitio, ante el accionar de la subversión comunista. «En vista de los preparativos para realizar una manifestación armada que debía marchar sobre la ciudad de Oruro y ante la evidencia del apoyo prestado al movimiento guerrillero en los discursos pronunciados en los distritos mineros, el gobierno, en uso de sus atribuciones constitucionales y en cumplimiento de su deber, ha resuelto declarar el Estado de Sitio y prohibir todo tipo de manifestación», anunció la Junta militar.
La dictadura buscaba instalar en la opinión pública la falsa idea de la acción coordinada entre la guerrilla y los sindicatos mineros: «Hay un plan subversivo general que está siendo puesto en marcha en el país”.
Ese año confluyeron en Bolivia dos elementos que preocuparon hondamente a la dictadura boliviana y también al gobierno de los Estados Unidos: las luchas del poderoso movimiento minero y la irrupción de la guerrilla de la mano de Ernesto “Che” Guevara. Como lo analizó el sociólogo René Zavaleta Mercado, «los mineros de Bolivia, aunque probablemente no estaban con muchas ganas de pronunciar palabras tan mayores y sí en cambio de reponer sus salarios, intentaron sin embargo un titánico esfuerzo de apoyo que la guerrilla nunca les había pedido: fue la matanza de la Noche de San Juan».
Tronará el escarmiento
El gobierno planificó al detalle la Operación Pingüino de la que participarían la II División, el Regimiento Rangers, el Regimiento Camacho de Oruro, el Regimiento 13 de Infantería, la Guardia Nacional, Detectives de Llallagua y la Fuerza Aérea. Además Barrientos envió a su hombre de confianza, el capitán Zacarías Plaza, para colaborar en la dirección del operativo.
A las 4.40 de la madrugada en los campamentos mineros de Siglo XX, mientras los obreros y sus familias celebraban con las fogatas tradicionales la Noche de San Juan, la más fría y extensa del año, las fuerzas operacionales ingresaron y dispararon sin contemplaciones. El estruendo confundió a todos, creyeron que era fuegos de artificios.
La radio, actor central en las luchas mineras, había dejado de funcionar. La empresa, que colaboraba con la agresión militar, cortó la corriente eléctrica a las 5.10, temían que las emisoras propalasen la noticia y otros centros mineros acudieran en defensa de sus hermanos de clase.
El dirigente sindical Vidal Sánchez recordó: «Los rangers empezaron a disparar ante la sola presencia de los obreros que transitaban para recogerse y otros para dirigirse al trabajo».
El sacerdote de Siglo XX, Gregorio Iriarte, describió la frialdad del ataque: «La columna del centro al mando del mayor Pérez, totalmente equipada con armas automáticas, se deslizaba pausadamente, en posición de combate (…) Se internan en el campamento Salvadora que se convierte en la antesala del infierno (…) El campamento está envuelto en un espantoso tiroteo y el arma de cada soldado vomita ráfagas de muerte en cualquier dirección (…) Las balas penetran en las casas por las ventanas y a través de los techos de zinc (…) El mayor Pérez y sus soldados perdieron la serenidad, ya no ven más que enemigos en cada persona que se esconde o cada puerta que se abre”.
La histórica dirigente de los derechos humanos Domitila Chungara relató que “más de diez jóvenes conscriptos murieron por negarse a disparar, ya que eran de la localidad, los comandantes allí mismo los blanquearon».
«Un solo minero, Rosendo García, se había batido, prendido en un fusil y con las heridas de su cuerpo sin vida, rubricaba su decisión de no permitir que se avasalle la organización obrera», evocó Iriarte.
La arremetida bélica culminó a las ocho de la mañana. Siglo XX fue cercada por las fuerzas militares, al igual que otros centros mineros. Los sobrevivientes fueron maltratados sin tregua. Entraron casa por casa. Se robaron lo poco que las familias obreras tenían. Hasta los niños fueron interrogados. Los dirigentes que subsistieron, al igual que sus parientes, fueron expulsados de los campamentos. Desterrados. Perseguidos.
“Para aumentar el amedrentamiento, aviones de la fuerza aérea sobrevolaron Catavi, Huanuni y Siglo XX. La zona minera fue declarada zona militar, la corriente eléctrica fue cortada, no había telégrafo ni transporte, la vigilancia de las carreteras intensificadas con tropas y agentes del DIC (Departamento de Investigación Criminal) impidiendo la llegada de reporteros”, escribió García Cárdenas en el capítulo III, A sangre y fuego.
Nunca se supo con exactitud el número de asesinados o heridos. Las cifras oficiales fueron cambiando hasta llegar a la de 27 muertos y 80 heridos. El historiador James Dunlerley dijo que fueron 87 los que sucumbieron a la bala militar, otras fuentes hablan de más de 200.
García Cárdenas relata los días posteriores al exterminio: “En Siglo XX, Catavi, Huanuni y otras minas que se encontraban bajo control militar, las estaciones de radio fueron destruidas y ocupadas. La COMIBOL comenzó a despedir a un gran número de trabajadores, en especial en Siglo XX y Huanuni también comenzaron a cerrar las pulperías, lo que significó que a los mineros, que ya vivían en situaciones deplorables, se sumó el hambre (…) cincuenta mineros fueron despedidos del trabajo, otros fueron apresados aun sin tener nada que ver con los movimientos políticos, los despedidos no sólo perdían el trabajo, sino también debían dejar la vivienda en dos días, de otro modo la empresa enviaba un camión y los sacaban del distrito junto con sus familias por estar en la lista negra. En el caso de las mujeres cuyos maridos habían sido deportados, se les echaba de sus viviendas (…) El sindicato fue cerrado, los dirigentes estaban en la clandestinidad”. Unos 200 líderes fueron confinados en prisiones infernales en las tropicales regiones orientales.
Los velatorios. Diario Presencia, de junio de 1967.
La valentía de los diputados Marcelo Quiroga Santa Cruz y José Ortiz Mercado desnudó la maniobra de ocultamiento de la dictadura de Barrientos sobre la masacre minera y, meses después, por la responsabilidad de la CIA en el asesinato y posterior desaparición del Che. Ambos fueron desaforados del Congreso y confinados a las zonas remotas de Ixiamas y Alto Madidi.
El movimiento minero es considerado en Bolivia como la vanguardia y columna vertebral del sindicalismo. Por eso la represión estatal fue regla. Entre 1923 y 1996 se registraron once masacres contra los mineros.
Buenos días profesora compañeros/as
ResponderBorrarLa noche de San Juan es una de las más esperadas del año, probablemente porque todo el mundo la disfruta a su manera. Hay quien tira petardos, quien prefiere organizar una cena al aire libre o quien quema viejos objetos en una hoguera para comenzar el verano con las energías renovadas. Es una vigília mágica; de risas, de bailes, de fuego, etc.
También se celebra bebiendo diferentes bebidas calientes.
Gracias..
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ResponderBorrarBuenas tardes profesora...
ResponderBorrarEl 23 de junio se conmemora una de las fiestas más grandes para la comunidad católica cristiana, ya que en como sabes el 24 de junio nace San Juan también conocido por San Juan bautista quien bautizó a Jesús en el rio Jordán...
Lo que llega a ser las dichas fogatas o verbenas eran realizadas en la primera hora del 24 para conmemorar la llegada de San Juan...
A las 4.40 de la madrugada en los campamentos mineros de Siglo XX, mientras los obreros y sus familias celebraban con las fogatas tradicionales la Noche de San Juan, la más fría y extensa del año, las fuerzas operacionales ingresaron y dispararon sin contemplaciones
ResponderBorrarComo dice a las 4 de la madrugada estuvieron los obreros y sus familias
haciendo fogata.
X eso esq cada 24 se recuerda san Juan la noche mas fría y extensa del año y como también el nacimiento de San Juan Bautista quien bautizó a Jesús.
Esta fecha estudiantes es memorable ya que nos permite realizar el análisis de nuestra historia como es esta masacre donde murieron varias personas y otras simplemente desaparecieron en la defensa de sus ideales y la búsqueda de mejores condiciones de vida.
ResponderBorrarGloria a esos mártires de esta fecha tan importante.
Buenas noches...
ResponderBorrarEsta fecha es importante y conmemorable.Primeramente,recordar y analizar lo que pasó en esta fecha, una guerrilla patriótica, donde varias personas murieron, y otras se fueron para buscar una vida mejor. Y bueno lo siguiente, algo que en esta fecha todos comparten con la familia, se reúnen y hacen una hermosa fogata y comen los famosísimos "panchitos" o "Jog Dog". Y comparten y disfrutan ese hermoso momento en familia. Y bueno también ese momento es para analizar y reflexionar lo que estamos viviendo. Y confiar en Dios conforme a su voluntad en que todo esto algún dia pasará.
Gracias!
Buenas noches profesora y compañer@s
ResponderBorrarBueno La Fiesta de San Juan también llamada víspera de San Juan o noche de San Juan es la festividad del nacimiento de San Juan Bautista por parte del cristianismo el día 24 de junio algunos vinculan la festividad o algunas de sus celebraciones en ritos de origen pagano previos o ajenos al cristianismo Cada año en Bolivia se celebra la noche de San Juan según los historiadores, esta fiesta tiene su origen en la parte céltica pagana de Europa, que celebraba la entrada en el verano, cuando europa fue evangelizada por la religión católica, esta fiesta pagana fue transformada en San Juan, el origen de esta costumbre se asocia con las celebraciones en las que se festejaba la llegada del solsticio de verano, el 21 de junio en el hemisferio norte, cuyo rito principal consiste en encender una hoguera la finalidad de este rito era "dar más fuerza al sol" que a partir de esos días iba haciéndose más "débil" los días se van haciendo más cortos hasta el solsticio de invierno. Simbólicamente, el fuego también tiene una función "purificadora" en las personas que lo contemplaban, Se suelen encender hogueras y realizar rituales ligados a la llegada del solsticio de verano,comulmente se solia quemar
Salud, dinero, amor, fertilidad, aprender a tocar la guitarra... Son muchos los deseos que se piden en la víspera de San Juan la noche más corta y mágica del año.
♡Nilda Ojeda♡
Buenos días profesora y compañeros/as
ResponderBorrarCon el golpe de Estado que Barrientos, jefe de la fuerza aérea y vicepresidente de Víctor Paz Estenssor, perpetró contra su propio gobierno el 4 de noviembre de 1963, comenzó en Bolivia una era de ataque despiadado del poder, representado por las Fuerzas Armadas, contra el movimiento de resistencia social que lideraba la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia , nucleada en la Central Obrero Boliviana (COB).
El 24 de junio de 1967, la dictadura de René Barrientos arrasaba militarmente al movimiento minero boliviano para escarmentarlo por su osadía revolucionaria. Los atacaron por tierra y aire en sus propios campamentos durante la llamada Operación Pingüino.
Gracias bendiciones...
una fecha donde muchas personas se reúnen en familia para compartir un poco y una fecha donde hubo muchos heridos y muertos donde se recuerda como fueron atacados los mineros por tierra y aire solo por su osadia revolucionaria
ResponderBorrarBuenos dias profesora
ResponderBorrarLa fecha de san juan es una de las mas esperadas del año ya que en 24 de junio de 1967la dictadura de rene barrientos arrasaba militar mente al moviento minero ya que dado a eso huvo muchos enfrentamientos donde muchos heridos y muertos en la cual se recuerda como ellos fueron atacados los mineros por aire y tierra luchando por todo en bolivia el movimiento minero es considerado como la columna vertebral por eso la represion estatal fue regla entre 1923 y 1996 se registraron once masacres contra los mineros.
GRACIAS
La masacre de San Juan un dia esperado por muchos pero sin conocer que en esos tiempos la dictadura de Rene Barrientos era un arma dominante y muchas personas perdieron la vida al defender sus derechos, ahora nosotros debemos de agradecer a las personas que lucharon y perdieron la vida,¡vivan los caidos del 24 de junio!
ResponderBorraresta fiesta es muy recordada porque se celebra en la medianoche del 23 al 24 de junio, ya que marca la fecha en que, según la Biblia, nació San Juan Bautista. Los textos sagrados dicen que Zacarías mandó encender una hoguera para anunciar a los cuatro vientos el nacimiento de su hijo Juan.
ResponderBorrarEntre los acontecimientos históricos que han sacudido a la nación boliviana, tanto por su dramatismo como por su impunidad, está la masacre de San Juan, acaecida en las poblaciones mineras del norte de Potosí, la madrugada del 24 de junio de 1967, cuando el régimen militar de René Barrientos Ortuño, asesorado por los mercenarios de la CIA., perpetró un crimen de lesa humanidad amparado por la “Ley de Seguridad Nacional”, en un intento por evitar el estallido de un movimiento insurreccional entre los mineros de Llallagua, Siglo XX y Catavi, donde se tenía previsto realizar un ampliado minero para plantear al gobierno sus demandas salariales y, al mismo tiempo, lanzar un pronunciamiento de apoyo al foco guerrillero del Che Guevara, que se venía desarrollando en el sudeste del país, aislado de los movimientos populares del campo y las ciudades.
ResponderBorrarDesde la madrugada de aquel fatídico día, en que la fogata de San Juan comenzó siendo una fiesta y terminó siendo una masacre, han trascurrido casi cinco décadas. Y, aunque los hechos quedaron en la absoluta impunidad, el pueblo no ha olvidado a sus muertos ni heridos, ni a las familias que fueron desalojadas de los campamentos tras la masacre ni a las emisoras intervenidas por las tropas militares.
Todos estos episodios, que forman parte de la memoria histórica de los mineros bolivianos, aparecen relatados en la novela breve “San Juan rojo”, de Grover Cabrera García, cuya primera edición salió a luz a mediados de 2014. La novela, dividida en 15 capítulos y un epílogo, y cada capítulo precedido por un poema de contenido revolucionario, se inicia en vísperas de la fiesta de San Juan y en el seno de una familia minera, que está enterada de las medidas antidemocráticas y antipopulares lanzadas por el régimen militar de René Barrientos Ortuño y de las luchas libertarias enarboladas por los guerrilleros en las montañas